“En el primer tiempo fuimos imprecisos, no hicimos las cosas que veníamos haciendo. En el segundo ya fue otra cosa, con más intenciones, rapidez y hasta una fuerza distinta en los pases” con este resumen, el entrenador de Newell’s, Gabriel Heinze, remarcó lo bueno y lo malo de su equipo en la derrota ante Lanús.
Y agregó ante la consulta de que la primera etapa fue una de las peores de su ciclo “Hacemos lo que podemos, no me pongo a valorar si algo es feo o malo. Esto es fútbol, las cosas te salen o no, pero no pienso en feo, malo o peor. El equipo entró bien en el partido y después del gol empezamos a dudar de las cosas. En el segundo tiempo ya fue otra cosa. Es normal, todavía necesitamos muchas más situaciones y yo necesito aprender mucho más de esto”.
Más allá del saldo negativo al sur del Gran Buenos Aires, hay optimismo para volver a los buenos resultados “Lo lindo es que hay material para pasar estas situaciones. A mí me gusta pasarlas para darme cuenta cómo estamos, qué hacemos bien, en qué fallamos. Estas situaciones son dolorosas por el resultado pero ya está”.
El mensaje de Heinze fue claro para que sus dirigidos cambien la actitud de un tiempo a otro “En el entretiempo les dije lo que veía y que intenten, que se equivoquen pero que intenten”.
Cuando finalizó el encuentro, el DT tuvo un cruce con el árbitro Pablo Dóvalo, del cual no quiso dar mayores detalles “El árbitro sabe lo que le reclamé y yo sé lo que me contestó. Se terminó para mi. Contestaré si hay algo que no es verdad”.
“Los cambios con respecto al partido anterior fueron por decisiones mías, no hubo nada físico” indicó, y dejó más que sentado que no piensa más allá de la próxima fecha sea de torneo o copa “Nosotros trabajamos durante muchas horas para este partido. No puedo analizar dos rivales. Tengo bien claro que tenemos una seguidilla de partidos en la que necesito a todos, pero pensé toda la semana en este partido y trabajamos para este partido. El equipo no cambia el chip en la Sudamericana, lo que cambian son los resultados”.