Es imposible negar que las expectativas que tenía el hincha de Newell´s, por la llegada de Gabriel Heinze a la conducción técnica Leprosa, eran muy altas. Mientras es puntero del grupo E de la Sudamericana con puntaje perfecto tras dos partidos, merodea la mitad de la tabla de la Liga Profesional, mostrando una irregularidad que tiene momentos buenos y otros de regular hacia abajo.
Pero, ¿cuáles son las razones por las que el conjunto Rojinegro muestra esta bipolaridad en las diferentes competencias? Las respuestas son varias y responde a diferentes factores que, directa o indirectamente, tienen que ver con la formación del plantel al principio de la pretemporada, a pesar de haber gastado más de 5 millones de dólares en refuerzos.
Hasta el momento, solo Iván Gómez y Lucas Hoyos, han colmado las expectativas en materia de incorporaciones. El buen trabajo del volante, transformándose en constante rueda de auxilio de mitad de cancha, y la buena actuación del arquero, más allá de algún error puntual, le dieron el aprobado que, por ahora, no pudo obtener ninguno de los otros jugadores que llegaron al Parque Independencia.
Al hablar de los defensores, cabe destacar que a Jherson Mosquera, la gran apuesta de esta dirigencia en este mercado de pases, se lo nota todavía en un proceso de adaptación al fútbol argentino, el mismo que atravesó y se puede remarcar que todavía sigue en ese camino, Djorkaeff Reasco. Tanto Guillermo Ortíz, como Bruno Pittón o Ángelo Martino, tampoco han alcanzado el nivel esperado para tener un lugar indiscutible entre los titulares.
En la delantera, Jorge Recalde muestra algunos movimientos interesantes, pero lejos está de ser el delantero goleador desequilibrante que esperaba el cuerpo técnico, mientras que Jonathan Menéndez, parece no encontrar una posición cómoda dentro de la estructura ofensiva. Los que “salvan las papas” a nivel ofensivo, son la joya que tiene la Lepra, Brian Aguirre, un irregular Ramiro Sordo que muestra algunos momentos interesantes, y el joven Jeremías Perez Tica, que realiza sus primeras armas en primera.
A esto se le suma, el bajo rendimiento de futbolistas claves como Cristian Ferreira, quien tiene el rol del armado creativo del equipo o del propio Reasco, que ha desaprovechado mil y una opciones. Pero no todo es malo, las apariciones de Brian Mansilla en defensa, dándole rodaje y minutos, más la aparición en el medio campo de Lisandro Montenegro y un buen rendimiento de Marcos Portillo, da esperanzas que se pueda mostrar otra cara a corto plazo.
En el medio de este arranque, varios jugadores le ganaron la pulseada con buenas actuaciones y se metieron de lleno en una pelea por la titularidad que parecían mirar de afuera. Estos son los casos de Armando Méndez y Gustavo Velázquez, que en silencio, aprovechando cada oportunidad que tuvieron, terminaron siendo parte de los puntos más altos del equipo.
Los procesos de Gabriel Heinze en los demás clubes son a largo plazo, tanto en Argentinos Juniors, como en Vélez Sarsfield mostró un trabajo serio, apoyado en un fuerte proceso de confianza a los jugadores de inferiores. Este no parece ser un camino muy distinto, la diferencia es que las expectativas sobre uno de los ídolos Leprosos de los últimos tiempos, campeón y referente eran muy altas.
En los últimos encuentros frente a Racing, River, Blooming y el segundo tiempo con Belgrano, mostraron una mejoría definida en las formas, a pesar de lo irregular de los resultados y de los cambios en los sistemas tácticos. El “Gringo” remarca que el proyecto va más allá de los resultados, que quiere dejar una huella en la institución que tanto ama, independientemente de la poca paciencia en ciertos sectores de los hinchas Leprosos, la banca y el crédito continúan firmes en el mundo Rojinegro, para tratar de lograr el gran objetivo, un futuro futbolístico para la institución con una marca clara de identidad.