El arquero de Central Jorge Broun tuvo que ser atendido por un corte en el pómulo apenas el equipo salió al campo de juego en el Coloso Marcelo Bielsa. Fatura contó la secuencia del incidente y admitió que pudo pedirle al árbitro Pablo Echavarría la suspensión del Clásico rosarino, pero quiso jugarlo.
“Sentí el estruendo en el pecho, quedé aturdido y después el ardor en el pómulo por el corte”, expresó Broun sobre “una bomba o un ‘tres tiros'” que le arrojaron desde una de las tribunas del Coloso apenas salió el Canalla al campo de juego, y agregó: “Tal vez tenía la posibilidad de hablar con el árbitro y suspender el partido, pero no hay Guerrero sin heridas y nosotros no abandonamos, es importante jugar este tipo de partidos para que la ciudad siga en orden”. De todos modos, el arquero de Central admitió que si el impacto hubiera afectado un ojo “estaríamos hablando de otra cosa”.
“Al árbitro le dije ‘estoy bien y lo jugamos’, traté de darles tranquilidad a mis compañeros”, manifestó Broun sobre el momento en el que detectó un corte en su pómulo derecho, y siguió: “Solamente pedí un poco de tiempo al árbitro para que me atiendan y ver si se me pasaba un poco el zumbido”. El ex Colón, que fue atendido al instante por el cuerpo médico Canalla, insistió en que pudo haber pedido la suspensión del partido.
Por otro lado, Fatura dijo que la pasa bien y disfruta jugar “este tipo de partidos” como el Clásico rosarino. El arquero auriazul deslizó que “hubiese sido lindo ganar” y opinó que lo merecieron “por las situaciones que generamos”. En definitiva, Broun apuntaló sobre el medio vaso lleno al salir del Parque: “Se sigue manteniendo la racha de no perder en esta cancha y este grupo le puede dar buenas cosas al club”. El referente Canalla tuvo “palabras de agradecimiento” para la convocatoria de los hinchas en Arroyo Seco: “Hicieron una fiesta”.
En otro tema, Broun reveló que “se habló puertas adentro y hubo un tirón de orejas” para Gino Infantino y Alejo Veliz por la manera en la que llegaron al Coloso Marcelo Bielsa. Los juveniles se asomaron por el techo, cantaron y agitaron camisetas mientras el micro que llevaba al plantel era apedreado por un grupo de hinchas de Newell’s en el ingreso al estadio. “Me enteré cuando llegué al vestuario y no comparto lo que hicieron, pero es tal la adrenalina y el momento, que la mayoría somos hinchas del club, lo vivimos de la misma manera”. Y concluyó: “Esperamos que no se repita, las sanciones para Newell’s dependerá de la justicia, nosotros nos haremos cargo de lo nuestro”.