Central perdía por el gol de Mauro Luna Diale, pero se repuso en el segundo tiempo y llegó al empate con un zurdazo de media distancia de Lautaro Giaccone. El Canalla volvió a dejar una imagen deslucida, nunca controló el partido y necesitó de las impericias en los definidores Tatengues para llegar con vida al final del encuentro. Lo más importante del resultado es haber mantenido el invicto en el Gigante de Arroyito.
Dentro de un trámite parejo, Unión empezó mejor parado que Central. Mientras el Canalla no inquietaba el arco del arquero Mele, el Tatengue aprovechó para presionar una salida en falso de Malcorra y Luna Diale no perdonó, y a los 40 minutos, con un derechazo cruzado venció a Fatura Broun en la primera situación clara del partido. Si bien los de Munúa habían estado más cómodos en el aspecto táctico, era demasiado castigo para los de Russo irse en desventaja al entretiempo.
Para el complemento, el técnico de Central sorprendió con los ingresos de Martínez Dupuy y Bianchi por Véliz y Malcorra. El equipo, falto de ideas, tuvo como abanderado al colombiano Campaz, que con gambeta era el que más insinuaba contra el arco de la visita. En medio de la confusión, el cansancio por el desgaste, y cuando Unión estaba más cerca del segundo que Central del empate, el ingresado Giaccone recibió del Bicho cerca de la puerta del área, recortó desde la derecha y con un zurdazo esquinado venció a Mele. Un golazo para calmar las aguas en un Gigante que ardía, no solo por las altas temperaturas sino también por el nivel del equipo.
Con esa espectacular jugada, Giaccone salvó a Central y a Russo del desquicio en el Gigante de Arroyito, y marcó el gol del empate que sirvió para sostener el invicto en condición de local. El equipo, falto de categoría, se diluye en un modelo retrógrado de juego; dio un paso hacia atrás respecto a otras producciones de local y se lleva para la semana más dudas que resoluciones. Se vendrá Huracán en el Tomás Ducó, y para ese partido Russo recupera al volante central Ortíz.