En Central se respiran nuevos aires después de las elecciones y el entrante gobierno, que preside Gonzalo Belloso, se pone como objetivo generar un nuevo marco competitivo en el plano deportivo. La ilusión del Pejerrey pasa por sentar las bases que favorezcan los posibles regresos de Ángel Di María y por qué no del retirado Marco Ruben.
En ese sentido, Russo fue el primero en abrir la puerta durante la conferencia en la que se presentó como DT de Central, aunque señaló que “no se trata de convencerlos, hay que darles un club en condiciones”. El flamante técnico de Central sabe que lo de Fideo puede darse en poco tiempo, pero para eso el club deberá forjar una estructura confiable.
Puede ser Russo el DT ideal para el regreso de Ángel Di María y por eso la ilusión de repatriarlo en junio se acentuó. A diferencia de otros tiempos, la situación contractual de Fideo en Europa conspira como para que esta vez pueda tomar la decisión. Si no firma un nuevo contrato en el viejo continente, el campeón del mundo estará en condiciones de definir su futuro como agente libre después del 30 de junio, cuando finaliza el vínculo con Juventus y estando próximo a cumplir 35 años -8 de julio-.
Lo de Marco Ruben es otra cosa. El máximo goleador de la historia de Central se retiró en mayo del fútbol profesional y no dio indicios de querer volver a jugar, por lo menos hasta ahora. De todos modos, mantiene una relación de amistad con Belloso y eso hace que las charlas sean constantes. El exdelantero Canalla se radicó en Uruguay, pero como lo último que pierde el Pejerrey son las esperanzas, seguirá intentando. ¿Será compartir campo con Di María en Central un motivo suficiente para volver del retiro?
Está claro que ninguna de las empresas es sencilla, menos la de Ruben. Igual a Belloso nadie le quita la ilusión de cumplir el deseo de todos los hinchas de Central. “Me ilusiono con que en junio tal vez puede volver Di María y que Marco (por Ruben) defina alguna jugada de Fideo”, manifestó el Pejerrey un día después de su asunción. El nuevo presidente tiene seis meses para generar las condiciones que transformen el sueño en realidad.