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La madera, el agua, sus mitos y la preservación del patrimonio

julio 27, 2021 9:44 am POR ING. FERNANDO TETTAMANTI | PLEXA

Rosario todavía se apoya sobre estructuras de madera construidas a principios de 1900, pero te contamos que otras ciudades del mundo también lo hacen hoy en día.

Este fin de semana, la explanada del Parque España volvió a sufrir un derrumbe. En esta oportunidad fue frente al ingreso del Teatro Príncipe de Asturias. En 2005 gran parte de los antiguos muelles fueron reforzados luego de incidentes similares, pero este sector todavía permanecía asentado sobre las antiguas instalaciones portuarias.

Históricamente la madera ha sido ampliamente utilizada como material para la construcción gracias a su accesibilidad, buen comportamiento estructural, fácil transporte y montaje. Hoy el uso de este material está en auge y le otorga a la industria un buen impacto en la búsqueda del desarrollo sostenible. La construcción en madera lejos está de entrar en desuso.

Pero ¿es la madera un material seguro? ¿qué hay de su comportamiento ante la presencia de agua o frente al fuego? Existen muchos mitos en torno a esto.

La madera por ejemplo, presenta una muy buena resistencia al fuego. Esto es debido a su capacidad de formar, en la superficie expuesta a las llamas, una primera capa carbonizada que protege el núcleo del elemento estructural permitiendo mantener las propiedades físicas y mecánicas por más tiempo incluso que el hormigón o el acero.

En su interacción con el agua, la madera sufre más cuando se expone al aire libre que permaneciendo sumergida. Si bien el contenido de humedad es determinante en el deterioro, todos los agentes xilófagos (hongos, insectos, moluscos, crustáceos) que intervienen en el proceso de degradación necesitan del oxígeno del aire para desarrollarse. Es decir que si conseguimos que la madera permanezca siempre bajo el agua, no habrá presencia de oxígeno y los elementos permanecerán prácticamente inalterados. El problema aparece cuando las estructuras en entornos fluviales o marítimos están sometidas a un constante cambio en el nivel de “pelo de agua” y cambian su condición intermitentemente.

Las construcciones que utilizan elementos de madera como parte del sistema resistente hoy en Argentina deben ser inicialmente diseñadas y verificadas bajo el reglamento del INTI -CIRSOC 601. Luego, como en cualquier otro caso, es esencial hacer un mantenimiento preventivo durante la vida útil de las instalaciones.

Un caso paradigmático es la ciudad de Venecia (Italia) que ha llegado hasta nuestros días construida sobre pilotes de madera sumergidos debajo del nivel freático. En  1912 durante la reconstrucción del Campanile de la Basílica de San Marcos, se mantuvieron las mismas piezas originales de casi 1000 años con un excelente estado de conservación.

En los países bajos un caso similar se da en Amsterdam, donde debajo del Palacio Real construido en 1640, todavía se esconden más de los 13.000 pilotes de madera que mantienen al edificio en pie. Se estima que allí y en Rotterdam existen unos 25 millones de pilotes y que cada año se renuevan unas 200.000 unidades. En Alemania, el edificio del Reichtag que alberga al parlamento alemán también se encuentra cimentado con este sistema.

Las condiciones del entorno de una estructura, pueden muchas veces ser determinantes en cuanto a la confiabilidad de la resistencia y la estabilidad.

Conocer y monitorear el comportamiento de la madera cuando está en contacto con el agua, permitirá alargar la vida útil de las edificaciones.

Visitá el blog del Ing. Fernando Tettamanti, para leer más sobre la industria de la construcción en nuestra región y el mundo.

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