Si nos dijeran que es una peli de George Lucas o James Cameron, todo tendría lógica. Pero no, no es ficción.
Un cohete chino de 50 metros de alto y 5 de ancho ingresará en la atmósfera terrestre alrededor del lunes 10 de mayo. El momento no es certero porque hay hasta 41 horas de margen de error. Hasta acá, nada parece extraño. Pero hay un dato peculiar: el artefacto no tendrá ningún tipo de control.
Estamos hablando de la parte central del cohete Long March 5B, el cual lanzó exitosamente el primer fragmento de una estación espacial la semana pasada.
El sitio especializado Aerospace asegura que, en base a la trayectoria actual y una inclinación de 41,5º, su sitio de caída podría estar en cualquier parte entre Madrid y el sur de Nueva Zelanda.
Con 20 toneladas de peso, será uno de los objetos más grandes de la historia en entrar en nuestro espacio terrestre de forma descontrolada.
Tranquilos, no corremos peligro
La idea original era que el cohete tuviera un aterrizaje controlado. Pero luego de cumplir su misión de poner a flotar a la estación espacial, el artefacto quedó “atrapado” en la órbita de la tierra.
Sin embargo, más allá de los datos duros, una vez que este objeto se encuentre en nuestra atmósfera, muy probablemente se quemará y se despedazará antes de tocar nuestro suelo. Hay ciertas posibilidades de que algunos escombros de tamaño considerable caigan en zonas habitadas.
La falta de control sobre el cohete es lo que hace que existan algunas chances de que partes del transporte estallen contra nuestro suelo.